
Ese personaje es Nurit Iscar,
conocida por algunos como Betibú, por su parecido con Bety Boop, la heroína de
cómic. Betibú es una mujer de mediana edad, ex periodista, ex escritora,
inteligente, agnóstica, divorciada y con una vida sentimental a la deriva. El periódico
para el que trabajó le pide que redacte una crónica diaria desde el country
club donde se ha producido el crimen. Enseguida sus pesquisas hacen que trabaje
en equipo improvisado con los dos periodistas que también están cubriendo el
suceso. Lo más valioso no está, quizás, en el modo con que se va hilando la
trama, ni en el hecho de que la protagonista sea una mujer decidida (a estas
alturas otro tópico de la novela policial de hoy) sino en cómo vamos
descubriendo a la protagonista, sus dudas y contradicciones, las relaciones con
sus hijos, las amigas que la rodean y forman con ella casi otra familia. Nuria,
es decir, Betibú, es hija de una sociedad burguesa y posmoderna que existe en
Buenos Aires igual que en Madrid, Londres o París, todo esto sin que ella
pierda su inconfundible argentinidad. Sus lazos afectivos tienen que
recomponerse continuamente al ritmo que la vida le va imponiendo. Son reales la
crudeza o el desenfado con que encara ciertas situaciones o las dificultades
que atraviesa para intenta comprenderse. Otros personajes resultan también un
acierto, particularmente el “pibe de policiales” (nunca se conoce su nombre),
siempre colgado de su blackberry. El mundo de internet está reclamando su sitio
en la literatura.
En definitiva, Piñeiro vuelve a
ofrecer otro producto comercial, pero de calidad.
Claudia Piñeiro: Betibú,
Madrid, Alfaguara, 2011, 354 págs., 18, 5 euros.
Hola te acabo de conocer y te invito a que pases por mi blog. http://adivinaquienlee.blogspot.com.es/. Si te gusta quédate
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